El segundo proyecto de La Trilogía Mexicana fue Moctezuma II / la guerra sucia.


Al pensar en Moctezuma II, inmediatamente surgen de algún lado un sinfín de ideas, imágenes y preguntas. Moctezuma era considerado casi un Dios y así se le trataba. De Moctezuma recordamos que su penacho esta en Viena, que el encuentro con Cortés se dio en la correspondencia de las actuales calles de Pino Suárez y República del Salvador, en el Centro Histórico de la ciudad de México, y que él estaba seguro que se trataba de Quetzalcóatl, Dios antiguo de los toltecas, que había prometido volver. Creemos saber que era un ser refinado, gran guerrero, que comía pescado fresco todos los días y que tenía una corte de enanos, seres deformes y albinos. Nos han llegado descripciones de sus palacios y jardines. También sabemos que murió a consecuencia de un instante enardecido: un brazo sin nombre, una piedra, el trayecto del proyectil, el golpe, la caída. Quien lanzó esa piedra fue un inconforme, un rebelde, un alguien que no estaba dispuesto a ser un vasallo de los recién llegados. – Se dice que Moctezuma murió de tristeza después de recibir esa pedrada, o que los españoles lo apuñalearon cuando ya no les servía de nada, también se dice que Cortés lloró su muerte -. Sabemos que en 1519 Tenochtitlán era una de las ciudades más grandes del mundo y la capital de un imperio de unos once millones de habitantes. Se ha estimado que había unas sesenta mil casas en la ciudad y se cree que unas 200 mil personas vivían allí, cuatro veces la población de Londres en aquella época. La cuidad de Tenochtitlán estaba construida en medio de un lago y rodeada de canales, por los que los españoles la compararon con Venecia. La grandeza de sus construcciones, sus templos y pirámides, asombraron a los recién llegados.



Moctezuma se estrenó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris en agosto de 2009, con la participación espacial de Verónica Alexandrson, Karla Muñoz y Lorena Glintz.